Este ha sido un invierno realmente frío y como ya viene siendo recurrente en la historia de la humanidad, las invasiones y los asaltos a la población desprevenida siempre se organizan para épocas así, en las que estamos despistados y desarmados, incluso resfriados.
¿Que cuál ha sido la invasión que hemos sufrido? Pensadlo en serio, ¿no hay algo que se ha empezado a apoderar de las calles de forma silenciosa pero eficaz a lo largo de este invierno? Pues claro que sí, y se trata de un ejército de inconscientes liderado por estos dos astutos caudillos.
Sabéis que tengo razón, porque también habéis visto a sus tropas inundando las calles; lo que no se si sabéis es que Napapijri es una marca Italiana. Nunca te acostarás sin saber una cosa más.
Las armas son las siguientes:
No os alarméis con los precios, hay infinidad de imitaciones que han ayudado a que la moda se propague y sea adapte a toda clase de bolsillos.
Mi opinión personal: Es una prenda que veo muy incómoda puesto que es un abrigo que tienes que poner y quitar por la cabeza. No apto para cabelleras peinadas con demasiado ahinco y esmero que pretendan perdurar bien arregladas. Además se trata de una prenda que otorga un look muy deportivo y que no casa demasiado con la temperatura suave en Invierno -comparada con la del Pirineo o los Alpes- de la ciudad de Barcelona.
Aun así ha tenido éxito.
El hecho es que me he llegado a sentir un poco como el protagonista del cuento corto de Pere Calders «Invasión Sutil» -muy recomendado- pues yo venga a comentar que a la gente se le ha ido de las manos tanta compra de abrigos incómodos para tenerme que ver etiquetada de exagerada.
Para limpiar mi nombre de etiquetas y demostrar mi punto de vista, me he embarcado en un trabajo de investigación y he realizado un discreto reportaje fotográfico a toda la gente de mi alrededor que luciera dicha prenda durante la semana que comprende de los días 26 de febrero al 4 de marzo.
Aquí tenéis el resultado:
Lunes
4 personas. 3 en mi entorno universitario en el que he pasado 6 horas y 1 durante el trayecto de vuelta a casa. No he salido durante la tarde así que eso es todo por hoy.
Martes
Sólo tres horas de universidad y la conveniente hora total de trayecto entre la ida y la vuelta. No he salido de casa durante la tarde.
Miércoles
Ningún avistamiento nuevo, aunque algunas de las personas de las últimas fotografías han repetido outfit. No las tengo en cuenta en el recuento. Misma rutina que ayer.
Jueves
Misma rutina que el martes aunque he vuelto a casa andando y se ha notado. Por la tarde he acudido a un centro comercial: 3 avistamientos en menos de una hora y desde el mismo punto.
Viernes
Misma rutina que ayer jueves, aunque sustituyendo el centro comercial por el centro de la ciudad.
Sábado
No he podido salir de casa. Quehaceres impuestos por la carrera. Será un fin de semana corto.
Domingo
He estado trabajando durante 15 horas y he llegado al lugar en el que he permanecido durante ese tiempo en coche, así que no he tenido demasiadas oportunidades de avistamiento. Aún así, uno de los chicos de los que conformaban el reducido equipo con el que he compartido la jornada me ha permitido dar por concluido el reportaje presentándose con la chaqueta de la discordia.
27 avistamientos en una semana.
Y vosotros, ¿habéis caído en la tentación de seguir la moda? ¿Algún argumento a favor del abrigo?
Por hoy, ¡hasta aquí podéis leer!
¡Hasta la próxima!